Los bioelementos, que encontramos a nivel molecular, se combinan entre sí para formar biomoléculas o principios inmediatos, que pueden ser de dos tipos: inorgánicas u orgánicas.
Biomoléculas inorgánicas
Están presentes tanto en los seres vivos como en la materia inerte.
a) Agua. Es la sustancia más abundante en todos los seres vivos, aunque su distribución varía de unos órganos a otros. Es el componente principal de las células y de los líquidos internos, como la sangre.
b) Sales minerales. Tienen varias funciones en los seres vivos; forman estructuras, como por ejemplo las cubiertas de los crustáceos y los moluscos, o el esqueleto de los vertebrados, y participan en funciones como la trasmisión del impulso nervioso y la contracción muscular.
Biomoléculas orgánicas
Son sustancias que solo se encuentran en los seres vivos, ricas en el elemento químico carbono.
a) Glúcidos. Son moléculas formadas por unidades llamadas monosacáridos, como por ejemplo la glucosa. Algunos glúcidos están formados por la unión de dos monosacáridos y se llaman disacáridos, como la sacarosa o la maltosa. Otros están formados por la unión de muchos monosacáridos y se llaman polisacáridos, como la celulosa.
b) Proteínas. Son macromoléculas constituidas por la unión de muchas moléculas pequeñas llamadas aminoácidos. Algunas proteínas importantes del ser humano son el colágeno, la hemoglobina y los anticuerpos.
c) Lípidos. Son moléculas de naturaleza química muy variada, entre las cuales están las grasas o triglicéridos (formadas por ácidos grasos y glicerol), los fosfolípidos y el colesterol.
d) Ácidos nucleicos. Son grandes biomoléculas formadas por la unión de otras más pequeñas denominadas nucleótidos. Hay dos tipos: el ADN o ácido desoxirribonucleico y el ARN o ácido ribonucleico.
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